16.5.17

Se puede alargar la Línea 21 del autobús urbano de Zaragoza?

Entre las muchas contradicciones que puede suponer tomar decisiones urbanísticas desde el plano puramente político, sin atender a razones técnicas y de sostenibilidad, esta semana me plantearon la necesidad real de aumentar el servicio de transporte público urbano en el barrio de Santa Isabel y con ello en la zona final de la Avenida Cataluña.

Tras la pérdida absurda de la Línea 45, estos barrio del Este de Zaragoza se quedaron con un peor servicio, que tras el aumento de población en los últimos 6 años, se ha convertido en todavía un servicio más lamentable.

Pero lo curioso es que las medidas que se han ido tomando para resolver este problema, en vez de atajarlo o minimizarlo, lo han agravado, con una Línea 32, que con un recorrido tremendamente largo y cruzando todas las zonas de tráfico conflictivo de Zaragoza, se ha convertido en además de ser el único servicio de autobús, en un servicio con unas frecuencias inútiles, pues pueden tardar 15 minutos o venir tres autobuses juntos.

Los vecinos ahora desean con fuerza que la Línea 21 del autobús urbano suba hasta Santa Isabel, como ahora hace la Línea 32, para reforzar el servicio. Y no quieren atender a otras opciones, curiosamente admitiendo que todas la anteriores han supuesto un mal servicio para la zona.

Subir el autobús 21 hasta Santa Isabel, supondría duplicar casi en su totalidad el recorrido de ambas líneas, que ya ahora circulan por unos recorridos muy similares. Y volver a convertir una Línea 21 de recorrido admisible, en un enorme recorrido larguísimo, que también circula por todas las zonas Centro de Zaragoza, con las consiguientes afecciones a las frecuencias.

¿Se han planteado otras alternativas? Sí. Algunas desde el Ayuntamiento, con ninguna posibilidad de éxito por las partes, dada la inamovible postura de ambas. Y algunas desde este que escribe, conocedor de la problemática de los vecinos y del coste que puede o no puede soportar el Ayuntamiento.

Pero a cualquier negociación hay que ir con ganas de ceder algo y lograr mucho. Si se acude con las ideas cerradas y no querer ceder absolutamente nada, si ya todo está perfectamente diseñado por todas las partes y resulta inamovibles las posturas, pues efectivamente, son inamovibles las soluciones.

Julio Puente