12.9.16

Ideas sobre un mejor urbanismo en pequeños municipios aragoneses (3)

3.- RECUPERACIÓN DE LAS PARRAS, HIGUERAS Y ACACIAS COMO ORNAMENTACIÓN DE ESPACIOS PÚBLICOS.
Nada más triste, menos sostenible y con más poca rasmia que la proliferación de plataneros o de árboles japoneses, muy apropiados en entornos muy urbanos, en los pequeños jardines de los municipios aragoneses con poca población. Allá donde debiera reinar el pino rodeno o negral, el olivo centenario,  la sabina o el acebo en Teruel, o modalidades más propias del monte mediterráneo en el resto de Aragón.

Ajardinamiento con manzaneras y muretes tradicionales. San Martín de la Solana, Sobrarbe

Pero los ayuntamientos, o sus preclaros arquitectos, plantan otras especies para el día del acta de recepción de los parques. Que luego languidecen y mueren en estos veranos de 15% de humedad relativa continuada durante 3 meses.
Sufren los arces, sufren los árboles japoneses y sufren, cómo no, los tilos. Que yo solo he conocido plantados en huertas, bien de agua por debajo, junto a castaños y demás árboles. No es que estén mal los de Independencia pero no les auguro buen porvenir… Eso sí, son árboles caros de cojón. De cuando éramos ricos…
El jardín de la Posada, Santa Zilia. Uso de huerta con membrilleros, castaños e higueras como parte del proyecto. Los ayuntamientos van en dirección contraria y los hubieran talado primero sin adaptarse.

Por ejemplo, debido a la tenacidad de un forestal cheso, en Berdún tenemos un paseo pakizo plantado de pinabetes que no sé si vivirán este año, en que las carrascas se auto cortan la savia, esperando un otoño de lluvia que ya llegará tarde para el boletus y el robellón.
En este sentido, plantas como las mencionadas para Teruel por estar en su paisaje, además de parras, higueras o acacias, eran las tradicionalmente plantadas. Aquellas cuyos frutos necesitan de estrés hídrico para ser dulces. Como el melón, no quieren agua. Pero dan sombra agradable y humana y proporcionan alimento desde la Roma Tarraconensis.
Vamos a poner imágenes por una vez de fuera de Aragón para que se comprenda.
Nada más bello por irregular que una casa o edificio público “emparrado”. 
Hay muchas en Aragón. Pero esta es de Palencia, Camino de Santiago.

Volvamos a nuestras humildes vides, nogueras, olivos e higueras…, con tanta presencia en nuestros antiguos núcleos y nuestra heráldica. Tan fáciles de mantener por los vecinos con poca agua.
Dejemos los árboles atlánticos que se mueren para cotas o precipitaciones que solo al norte de Jaca pueden hacer que no se deprima el árbol.
Ajardinamiento escueto, tradicional y fácil de mantener de Santillana del Mar. 
No ha habido arquitecto que se atreva a joder aún el alma de tantas generaciones.

En el jardín del puente de piedra se plantaron quejigos que, obviamente, en Zaragoza se han asfixiado.
El no jardín de Santillana que se acompaña rivaliza y supera en mi opinión a toda la fascinante jardinería japonesa. Por real, vivido y usado. Me causa la misma conmoción que dar vueltas por Portugal. Saudade.
31/08 Luis Iribarren