23.5.16

Respirando azul clarito, como presentación de Laurita Mazapán, nueva colaboradora

Esta imagen es muy importante para mí, quizá la que más. La hice cuando llevaba menos de un año viviendo en Londres. El tìtulo del trabajo es “Respirando azul clarito” por una parte de la letra de la canción "Latinoamérica" del grupo Calle 13. Y me quiero presentar con ella como quien se presenta entre amigos. Soy Laurita Mazapán, enfermera, psicóloga, arteterapeuta pero sobre todo artista del cuerpo y del alma (entendiendo alma como nuestro mundo interior).

Mediante el arte hago visible lo invisible y esencial (haciendo mención a las palabras del zorro de "El principito", libro que adoro). Desde hace cinco años trabajo en Londres. Madrileña de vida, aragonesa de abuelos, de ideales pacifistas, ecologistas, comprometida con la igualdad de género, la dignificación humana y del resto de los animales que ocupan el planeta. No me considero actualmente vinculada a ningún partido polìtico español, mis ideas no pertenecen a ningún color. Mi obra principal se centra en la exploración de mi mundo interior y el de otras personas a través del arte. Con ello pretendo llegar a todo tipo de personas dispuestas a sumergirse en la profundidad de los pensamientos, sentimientos y emociones.

La canción “Latinoamérica” menciona la belleza de este continente con sus dificultades y sus maravillas, dice algo así como que los países más "desarrollados" no podemos comprar lo esencial: los colores, el sol, la alegría o "mis dolores"… y en cierto punto dice “tengo mis pulmones respirando azul clarito”. Yo no soy Latinoamericana pero vivía la canciòn (y sigo viviéndola) como si también hablase de mí y de España.

En Londres todos hablaban de las oportunidades laborales, de los restaurantes y las discotecas, de las exposiciones de arte gigantes y los mejores museos de Europa, de gente que ganaba cifras astronómicas de salario, de conciertos masivos, de que todo lo que quisieses se encontraba en Londres, la capital europea.

Sin embargo, nada de lo que yo más quería se encontraba en Londres. Las nubes, las distancias enormes, la falta de color, las conversaciones superficiales, la falta de contacto humano, la falta de naturaleza salvaje; todo empezò a borrar mi sonrisa hasta llegar a darme cuenta de que llevaba meses sin reírme a carcajadas. Me sentía sola, pero una soledad peor que la fìsica, estaba sola “psicológicamente”. Tan solo tenía una excepción: mi pareja, a la que quise dedicarle por aquel entonces la foto "Connection" uno de mis primeros trabajos donde mezclé arte corporal y fotografía.

Me sentìa vacía y las cosas que para mí eran más importantes no estaban.

Cuando escuché la canción, sentí la necesidad de “respirar azul clarito”, de llenarme los pulmones de azul celeste, y así hice. Sin pensarlo demasiado y mientras me pintaba sentí la necesidad de acabar con Londres, de enterrarla con todos sus edificios y su oscuridad, y así hice. Dibujé dos ríos que fluían con fuerza por mis brazos y que inundaban aquello que odiaba en ese momento. Durante muchos años, he sentido la misma sensaciòn, pero la perseverancia y la lucha por estar bien me ha hecho aprender a disfrutar de lo que tengo en este momento y luchar por la mejora de mi vida dentro de las circunstancias que tengo.

Gracias a mis ganas de ser feliz, por supuesto al arte, he logrado crearme una vida plena a pesar de no vivir en España. Tengo un grupo de amigos maravillosos y disfruto de aquello que tiene Londres que no podrìa tenerlo nunca en España (entre ello las maravillosas exposiciones de arte). Aunque nunca dejaré de echar de menos ciertas cosas, he aprendido a vivir lo que tengo y dejar de lamentarme por lo que no tengo. El arte ha sido una parte fundamental de todo este proceso.

Comencé haciendo las obras porque me ayudaban a pensar y meditar, hoy también me sirven para compartir mi vida con muchas personas. Siento que les llega mi trabajo y que muchos se sienten identificados. Me encanta compartir experiencias, eso me hace sentir comprendida y cerca de mucha gente. Además, no hay nada mejor que dedicarse unas horas a tí misma, sólo a tí, en cuerpo y alma, mimarte sintiendo las cosquillitas del pincel y convirtiendo tu cuerpo en obra de arte.

Esa soy y esa será la que os cuente cosas. No sé todavía de qué, es igual, pero siempre serán cosas desde el corazón y de momento desde Londres. Si alguien desea ver alguna obra mía puede hacerlo en esta cuenta de Instagram.