9.3.16

Un abrazo a la Peña Zaragocista de Utebo

La Peña Zaragocista de Utebo de fútbol es todo un ejemplo de altruismo y generosidad, que va mucho más allá que una labor de aliento y apoyo a los colores blanquiazules. Nació hace tres años para defender al Real Zaragoza en la peor crisis de toda su historia y en medio de un vacío zaragocista impropio en la quinta población aragonesa. Tiene doble mérito nacer cuando el club estaba en horas bajas y cuando tampoco existían referentes deportivos que arrastraran y levantaran pasiones. ¿Quién puede competir con los Mesis y Ronaldos?

Es muy fácil apuntarse a los caballos ganadores que no nos representan y salen a todas horas y en todos medios, cuando algunos creen que el sol sale sólo para ellos. Por eso, la peña utebera (Peña Zaragocista de Utebo) tiene un gran mérito. Un mérito que hay que apuntar especialmente a su junta directiva con su presidente a la cabeza, unido a la unión y apoyo de todos sus  componentes. Su amor a esos colores les ha hecho tener paciencia, seguir fieles a un club que es mucho más; esperar a que la luz volviera a verse tras el túnel, creyendo siempre en el proyecto zaragocista. Tienen 220 simpatizantes de la peña zaragocista de Utebo dan fe de todo esto; 220 soles que han hecho mucho más allá que viajar cada quince días apoyando a su equipo. Fomentan el zaragocismo entre los niños y jóvenes recordándoles que el Zaragoza ha sido muy grande. Que es el equipo que puede hablar de tú a tú a los que ahora monopolizan la Liga. Que ha sido grande en Europa a donde algún día, pronto, volveremos.

Estos peñistas han conseguido que muchos de estos jóvenes elijan, en estos momentos, esta camiseta con orgullo. Pero también han completado autobuses para llevar el aliento de casa a nuestro equipo; han  llenado el Teatro Fleta de Utebo, en cada aniversario con mayor afluencia de niños si cabe; han formado parte de la Federación de Peñas. No en vano fruto de este trabajo ha sido premiada como “mejor peña del año”. Pero con ser su función principal el apoyo al club aragonés, la labor de la peña se extrapola a otras actividades, compartiendo  sentimientos por unos colores y también por la sociedad. Colaboran altruistamente  en la Cabalgata de Reyes; en la recogida de alimentos y juguetes; en los festejos o en cualquier actividad a la  que se les invite a participar.

Es por ello que siento una profunda  admiración por la Peña Zaragocista de Utebo. Por eso considero necesario reconocer la labor anónima y generosa de esta y otras muchas que hacen zaragocismo sin saltar al campo de juego.

Daniel Gallardo Marin