11.8.15

En Aragón vamos camino de nada

Se ha publicado estos días que en el año 2014 en 356 localidades aragonesas no nació NINGÚN niño, y en otras 119 localidades nació una sola persona. Del total de 738 localidades de Aragón solo en el 35% de ellas nació más de un bebe.

En este año 2014 nacieron en Aragón 11.599 bebés, repartidos entre 6.048 varones y 5.551 mujeres. En toda España nacieron 426.303 bebes lo que deja a Aragón con una representatividad de crecimiento vegetativo del 2,72%. Como en la actualidad Aragón representa el 2,85% de la población total de España, está claro que vamos camino de “menos” o incluso a largo plazo de nada. Pero la realidad es que Aragón necesita MÁS habitantes y no menos.

Además de constatar que Aragón va perdiendo población, este problema se queda claramente marcado en ciertas Comarcas y sobre todo en muchas localidades pequeñas; el futuro para estos lugares es muy negro. ¿Qué pensarán los actuales habitantes jóvenes de estas 475 localidades  al ver estos datos? ¿Qué decisión personal tomarán ellos pensando en sus hijos actuales?

Pero lo auténticamente grave es que no hay solución en la actualidad para este problema. No solo todos asumimos que no es nada sencillo, sino que en muchos casos ya hemos alcanzado con creces el punto de “no” retorno. Y aunque nos digan algunas voces bien intencionadas pero que ya han aceptado lo inevitable, que todo es posible resolver, sabemos que la sociología es muy terca en algunas decisiones que toman las personas con su futuro.

Tal vez la única solución pasase por aceptar el futuro como se prevé que vaya a suceder y a partir de estos condicionantes empezar a diseñar las necesidades y nuevas actitudes que todos tenemos que emprender con estos territorios y sobre todo con estas personas. Sin duda, contando primero con las familias que ya trabajan y viven en estos territorios y a partir de eso, empezar a trabajar por el futuro, diferente, innovador, tal vez incluso atrevido, polivalente, complementario pero también realista y sincero y con todas las partes implicadas. La otra solución es dejar que el tiempo haga su labor, que los silencios acompañan las actuaciones y nos vayamos engañando todos con todos y poco a poco.