10.2.15

¿Es un diagnóstico del Aragón actual? ¿Qué le sucede a Aragón?

Siempre es un mal momento para hablar de nacionalismos, pues nos han acostumbrados a temerlos, a no nombrarlos, a pensar que siempre conducen a la violencia y al egoísmo. 

Son los mecanismos que emplean y muy bien las fuerzas nacionalistas del Estado, sea español o de otro país cualquiera.

Pero sí es cierto, que está a punto de nacer una nueva política de la que todavía no sabemos mucho. Es posible que los ismos estén condenados a desaparecer e incluso la clásica división de derechas e izquierdas, en un mundo muy globalizado donde los conceptos empiezan a ser otros. 

Pero que no nos quepa dura, habrá dos bloques perfectamente separados y netamente diferentes, se llamen como se llamen, se hayan configurado de unos u otros elementos ideológicos, sociales o económicos.

En España y por algunos errores básicos en la configuración de la compleja Constitución del año 1978, los nacionalismos y los partidos nacionalistas han tenido que seguir existiendo en los territorios con más historia pues no se han logrado resolver todas las particularidades de los territorios. 

País Vasco, Cataluña, Navarra, Aragón, Valencia, Galicia, Baleares o incluso Andalucía en su tiempo, tuvieron o tienen partidos nacionalistas con diferente peso en sus políticas territoriales. ¿Qué futuro les espera?

Sin duda y si siguiéramos con las políticas actuales, tendrían todo el futuro todavía esperándoles. Pero ya sabemos que tanto el bipartidismo como las políticas viejas están condenadas a transformarse, sobre todo en cuanto salgamos de la crisis. 

Y en ese cambio es lógico suponer que los ismos se cambien por otra cosa sin definir todavía, donde prime más la globalización ideológica que quedará por emplear, para gestionar las sociedades.

Pero no está mal preguntarnos todos, si hoy, en la segundo década del siglo XXI, los nacionalismos tienen todavía un sentido suficiente dentro de un sistema político de futuro globalizado. Pero hacerlo sin acritud ni malas miradas, sin prejuicios de carga anterior a la pregunta.

Lo cierto es que si nos centramos en el caso más cercano a nosotros: Aragón, estamos rodeados de vecinos geográficos que por número de habitantes y número de industrias sin olvidarnos de por sus diferentes sistemas fiscales, pueden ocuparse sin mucho esfuerzo en ningunear Aragón dentro del contexto de competencia

Para ellos Aragón es una presa muy fácil.

No sabemos en Aragón defendernos bien

Dependemos los aragoneses muchos más que todos nuestros vecinos de decisiones que no se toman en nuestro territorio

No tenemos partidos nacionalistas o aragonesistas fuertes que puedan defender nuestra realidad

La sociedad aragonesa está muy dormida

La despoblación de personas e industrias es notable en Aragón

Nuestra personalidad aragonesa es muy diversa entre las diferentes partes del territorio de Aragón

No tenemos un tejido de excelencia humana que sepa liderar proyectos o ideas para Aragón

 No dispone Aragón de un peso específico en ningún lugar de España, ni en el propio Aragón al estar todo muy atomizado

No somos los aragoneses buenos o excelentes en casi nada.

Pero lo cierto es que en Aragón tampoco parecemos querer ser otra cosa.

En Aragón, desgraciadamente, parece que solo nos mantenemos los que no queremos emigrar, por no decir los que no sabemos emigrar o los que no tenemos arrestos para hacerlo. Reconocer los problemas de Aragón hoy, es un primer paso. 

Es cierto que hoy en parte de Aragón se vive muy bien, pero el futuro juega contra nosotros. De hecho en esta crisis y sobre todo en el empleo estamos sufriendo los malos números más que la media de España.

Los dos partidos aragonesistas que hay en Aragón, el PAR y CHA, están atravesando un momento complejo de cara a su futuro, mermados en sus posibilidades de porvenir en crecimiento y por ello de supervivencia en el medio plazo. A veces se dice, a veces se insinúa, otras se esconde para no alarmar. Pero hay que decirlo con claridad.

Es posible que en el año 2015, los dos partidos aragonesistas de Aragón, dejen de tener representación significativa en la mayoría de las instituciones más importantes de Aragón. No sería el primer caso, pues ya antes desapareció el PSA en 1983.

No se trata de poner alarmas, de que se tomen refuerzos ajenos a ellos mismos. Es simplemente cuestión de trasmitir una realidad que algunos vemos con claridad, dentro de los cambios políticos que se están produciendo en la sociedad de Aragón.

¿Quiere decir esto que Aragón se podrá defender peor con el nuevo futuro? Pues aquí ya que cada uno empiece a pensar lo que estime oportuno. 

Depende de qué personas al final son las elegidas, de con qué programas, del tamaño de las deudas políticas que se tienen con Madrid, que será al final el que dicte candidaturas y programas y el futuro de Aragón si no quedan políticos aragoneses trabajando por y desde Aragón.

Tanto Podemos como PSOE, PP, IU, UPyD o Ciudadanos, son claramente centralistas. Sin fisuras. 

Incluso hacen alarde de ellos en sus intervenciones públicas. Todos, aunque cuando vengan de visita a Zaragoza disimulen. Al resto de ciudades aragoneses ni van.

La historia nos dicta que Aragón no ha podido estar sin un partido aragonesista. 

A la caída de fuerza del PSA le siguió el nacimiento en 1978 del MNA y a los pocos meses de la desaparición de este Movimiento Nacionalista Aragonés nació Chunta Aragonesista en el año 1986. 

En la actual etapa democrática, siempre hemos tenido en Aragón un partido aragonesista de derechas, el PAR, con una pérdida de votos y valor importante en la última década, y un partido aragonesista de izquierdas que nunca ha logrado despegar lo suficiente como para crear expectativas de gobierno en Aragón y que ha sido CHA en la mayoría del tiempo democrático actual.

Pero hay que reconocer que en estas cuatro décadas los aragoneses han tenido un gran número de oportunidades, de candidatos y de políticos muy diversos dentro de todas las opciones aragonesistas, como para haberlos aupado al poder de Aragón con nitidez y sin bandazos.

Lo han hecho en algunas ocasiones hacia el PAR pero con unas sopas ideológicas que les ha llevado a una situación actual realmente muy compleja, donde más parece que se prima el puesto de trabajo de los candidatos que el mantenimiento de un programa y una ideología clara para Aragón. 

El gran perjudico ha sido Aragón, que ha visto mermada su seriedad política como territorio singular.

Todos los partidos políticos se sustentan sobre dos columnas básicas. Si falla una, empiezan los problemas importantes. Si fallan las dos, todo se hunde.

La primera son lo votos y el reconocimiento de su sociedad.

La otra es el trabajo en equipo de sus cuadros militantes y capaces. 

El resto de problemas que puedan tener los partidos políticos son muy inferiores, pero estas dos columnas siempre deben permanecer pulidas y listas para la revisión en excelencia. 

¿En qué situación están ahora o estarán dentro de 4 meses los grupos políticos aragonesistas?

Julio M. Puente Mateo