23.12.14

¿De verdad era necesaria una Ley Mordaza?

Reminiscencias del pasado sobreviven y lo que es peor son alimentadas por un gobierno más preocupado en silenciar las  quejas de las personas que quieren ser escuchadas, que por intentar resolverlas.

La nueva Ley Mordaza, en términos más suaves Ley de la Seguridad Ciudadana del PP, no deja de ser la excusa para  prohibir el derecho a manifestarse que tiene la ciudadanía, algo impropio de un país democrático.

¿Cómo puede imponerse la palabra de un policía antidisturbios (con todos mis respetos) frente a  la de un juez? Pues la opinión del policía es suficiente para ser multada una persona hasta con 30.000 euros.  Por grabar, fotografiar a un policía o evitar un desahucio vas a la cárcel sin juicio alguno y esto contrasta con la defensa —en muchos casos costeada por todos— a eternos imputados, personajes corruptos y corruptores de la vida pública que han robado a manos llena sin devolver un euro. 

La desfachatez es mayor en tan ¿fascista ley? al dejar como única salida  la apelación a través del recurso común; eso sí,  los gastos que conlleve dicho recurso, a cuenta del osado manifestante.

¿A qué viene tanta dureza en un estado cuando el 99%, de las decenas de manifestaciones y miles de ciudadanos manifestantes que a diario salen a las calles de pueblos y ciudades son pacificas y sin altercados? Ni siquiera el propio sindicato de policía está de acuerdo en tenerlas que cumplir.

Ampararse en la actitud de algún desalmado, no puede penalizar a todas esas gentes que solo desean ser escuchadas por un gobierno que hace oídos sordos

                                                                        Daniel Gallardo Marín