29.11.14

Las críticas de Rudi a la Universidad fueron de muy mal gusto

Resultó ayer patética la aptitud de la Presidenta de Aragón con nuestra Universidad pública de Zaragoza. Sus palabras resonaron como muy excesivas y carentes de todo lógica. La dignidad de la Universidad de Zaragoza se puso en entredicho con medias verdades y una aptitud que desde luego en nada beneficia a Aragón, a sus jóvenes mejor preparados, al futuro de nuestro territorio.

Yo recomendaría a quien quisiera saber de verdad quien tiene razón, a rascar un poco más con el dedo. A pasearse por ejemplo por la zona de clases de la Facultad de Economía en la Gran Vía 2 (planta sótano) de Zaragoza, que es entrada libre. O a acudir a la Facultad de Filosofía y Letras. Y si ha tenido ocasión de ver otras Universidades por España, recordarlas y comparar. O si tiene posibilidades de hacerlo, pregunten por los alumnos que doctorándose y sin becas de ningún tipo, trabajan en proyectos de investigación o de intercambio sin cobrar NADA y pagando de sus bolsillos viajes y estancias, por no haber dinero. Y si tienen oportunidad analicen también en estos mismos casos qué se hace en otras Universidades de España o de Europa.

No hablo de Salamanca o Madrid o Barcelona, que también podría hacerlo pero suenan maravillosas. Hablo de Valladolid, León o Granada, visitadas este mismo año por quien escribe. Zaragoza sale perdiendo, Aragón sale perdiendo.

Pero si desde las tribunas de Cortes de Aragón y sin posibilidad de respuesta por parte de la Universidad, la Presidenta de Aragón dice lo que dice sobre la Universidad de Zaragoza, ella sabrá a donde nos quiere llevar. Y los que votamos somos también responsables de ello. Pero seguimos anclados en la imposibilidad del diálogo. Siempre. En todo.

Efectivamente hay menos alumnos hoy que hace unos años en la Universidad Pública de Zaragoza, nadie dice por qué. Efectivamente en los años 70 la Universidad de Zaragoza era un referente para alumnos extranjeros sobre todo de Iberoamérica, pero aquello se perdió y nadie dice tampoco por qué. Hay ciudades de nuestro tamaño diseminadas por Europa que viven de y para SU Universidad, pero aquí la obviamos y la orillamos. Bien, es lo que hay, es lo que sabemos hacer, es lo que podemos entre todos. Aragón es cada vez menos.