6.4.14

Aragón se arregla recortando por aquí y por allá. Faltaría más que no supiéramos

Sale Rudi —Luisa Fernanda—, mucho más en los papeles esta semana pues sabe que con el déficit la ha pringado de lo bien y hay que disimular. Dimiten, cesan, cambian, recortan, vuelven a recortar, modifican caras de segundones, pero las cuentas no salen. Rudi sabe que está tocada por esto, pero poco. Es como un empujón en la fila de la compra, nada serio. Ella no es Esperanza y no huirá despavorida por que un guarda desde Madrid le haya dicho que se ha pasado con los gastos. Recortará con las tijeras otro poco de aquí y de allá y punto pelota.

Efectivamente el recorte para ajustar el déficit lo notaremos los aragoneses. Aunque ella y todos sus vecinos de despacho saben que el problema no son los gastos desmedidos sino los ingresos menguantes. Pero para ingresar más hay que acudir a la casa de los que SI tienen para pagar y eso, ¡oh, dios!, a esos no, que son amigos.

Nada, otro tirón a la sanidad que está muy mal y no se notará que esté peor, otra patada a la educación que para eso están los curas y las monjas, para que se pueda elegir, y otro golpe vario a la Universidad y al Plan Impulsa, que efectivamente ahora si, será un Programa Impulsa de verdad. Eso sí, hacia atrás. Quedaremos impulsados hacia atrás.

La viñeta de Postigo, como siempre, genial y perfecta.