17.11.13

El Ebro abraza. Incluso a quien no se quiera dejar abrazar

Zaragoza ha ido recuperando poco a poco al Ebro. Las piraguas han existido siempre, no tanto bajando hasta Vadorrey, pero el encuentro de Zaragoza con el Ebro es siempre un abrazo pendiente.


Nuestra mayor avenida la hemos mirado de soslayo durante siglos y ahora nos damos cuenta que es un gran atractivo que da personalidad a las ciudades. Si como sociedad odias al río están tomando una decisión, aunque sea muy equivocada. Si lo amas y lo cuidas, más todavía será de importante tu postura.