31.8.13

Los autobuses urbanos de Zaragoza entran en conflicto con la ciudad


Entrando en un septiembre que nos reportará un conflicto en el transporte urbano de autobuses en Zaragoza, toca preguntarse por los errores cometidos por las partes, no tanto para encontrar soluciones, que son muy complicadas a estas alturas, como para buscar responsabilidades.

La contrata para los Autobuses Urbanos de Zaragoza debería estar construida sobre unas bases distintas a las actuales. Más complejas y con mucho más control municipal sobre la empresa adjudicataria. El temar a que no se presentara ninguna empresa y a que se exigiera el pago de la deuda que por parte del Ayuntamiento de Zaragoza se mantenía con la anterior empresa (TUZSA) parecen estar en el eje de unas cláusulas más bien laxas.

No plantear en estas condiciones un control municipal desde dentro de la empresa y sus Consejos de Administración es un error que pagaremos caro en forma de precio por kilómetro y en un aumento de conflictos.

Por parte de la empresa y de los trabajadores se busca cambiar el estatus que había, de un Comité de Empresa fuerte frente a una dirección muy dura. Simplemente se busca que Urbanos de Zaragoza sea una empresa como las que surgen con la actual crisis económica, sin tantos derechos laborales y sueldos más bajos.

La responsabilidad de Ayuntamiento de Zaragoza (del PSOE que es quien únicamente firma la contrata sin pasar por el Pleno) una vez que no ha sido capaz de sentar unas bases de control debería ser la de garantizar el servicio a los ciudadanos de Zaragoza. Y si no es así, se pagará políticamente la incapacidad. Por cierto, la reforma de líneas de agosto casi nada tiene que ver con el tranvía y sí mucho con rebajar el déficit de la contrata a costa de un peor servicio al ofrecer menos kilómetros. Y digo peor servicio al no haberse estudiado con profesionalidad los recorridos a modificar y si haciendo caso a algunas AVV potentes, que son las que han marcado y asumido los recortes.