23.1.13

E la nave va. Proyecto muerto para la Estación del Norte

Hace casi dos años se decidió desde el Ayuntamiento dar como ganador del concurso de ideas para revitalizar el entorno de la Estación del Norte de Zaragoza al trabajo presentada por el arquitecto Luis Peirote “…e la nave va…”. Han pasado dos años y hoy El Periódico de Aragón revive el asunto en los medios, aunque es un asunto que se ha seguido manteniendo en la Junta del Distrito del Rabal, vivo en reuniones políticas pero también en charlas técnicas y análisis tal vez interesados para que no se disolviera el proyecto en unos momentos realmente muy complicados —por no decir imposibles—, para lograr invertir en este tipo de buenas ideas.
El proyecto “…e la nave va…” tenía sus puntos fuertes y muy interesantes, sus puntos conflictivos y que los tiempos van llevando a modificaciones, pero era un proyecto de ciudad que nace dentro del Distrito del Rabal, para dar vitalizada a toda esta zona pero también par lograr que la ciudad de Zaragoza se acostumbre a cruzar el río Ebro, a entender que es posible lograr sinergias entre ambas orillas y ofrecer excelentes servicios nuevos desde el Rabal.
Este proyecto se asentaba sobre tres pilares fundamentales como grupo unido, pues la falta de uno de ellos hacía imposible el sentido de la totalidad.
Eras tres actuaciones que se sustentaban entre ellas, y la modificación profunda de uno de ellos, de cualquiera, hacía complejo entender y aprobar el resto. Incluso imposible de rentabilizar o de realizar.
1/ Un gran centro de mercado abierto, tipo Camden Town, envolviendo al edificio actual de la Estación del Norte. Un proyecto que personalmente entiendo correcto, algo flojo de estructuras de calidad, muy ambicioso pero poco concreto, aunque el uso lo definiría en los primeros años. Excelente idea que se debería haber profundizado algo más.
2/ Unos edificios para viviendas públicas en la zona más alejada al Ebro, bien para estudiantes, para personas mayores tipo residencia semi abierta al modo europeo, etc. Serían dos edificios con un total de unas 70 viviendas.
3/ Una gran torre de unas 20 alturas, con auditorio para entre 500 y 850 personas, cine, restaurante, posible hotel, oficinas, salas de exposiciones y de conferencias, etc.
No debemos olvidarnos de que en el total del conjunto se actúa también sobre todo el espacio creando un garaje subterráneo para vecinos y abierto al público visitante.
El periodo de inicio de obras debería ser comienzos del año 2013 y el presupuesto era de unos 13 millones. Como es lógico entender, algo esto totalmente imposible de cumplir hoy.
¿Qué se plantea ahora para no encerrar en el cajón el proyecto?, pues trocearlo en tres proyectos menores, para que empresas pujen o se interesen por cada uno de los tres proyectos por separados. Pero hay un problema insalvable. Este proyecto es “un todo” y troceado se convierten en nada. Efectivamente es posible encontrar a una empresa que quiera hacer en suelo público 70 viviendas para uso concertado. Es posible. Y es también posible encontrar a una empresa que crea en el proyecto de mercadillo polivalente, de zona de actuación cultural con poca inversión, que sirva para revitalizar lo que ahora es un barrizal. Pero sería un proyecto que nacería desde la idea modificada de la empresa interesada, que en nada sería como el proyectado, no tanto en concepto urbanístico, de “hard”, sino de idea y de usos.
Se cae el garaje pues hoy está demostrado que es complicado rentabilizarlo. Y se cae la gran torre, que si bien era un proyecto complicado de asumir por su gran altura, era el edificio que lograba dotar al Rabal de unos servicios que hoy no tiene y que servía para atraer ciudadanos hasta esta orilla y a dar sentido estable a todo el proyecto.
¿Qué planteamientos se pueden hacer? Algo que nos estpor ejemplo algunas ideas al respecto para el Matadero en los años 80. REcuerdo  en Zaragoza ya se han realizado intentos y estuá costando mucho entender y que en algún momento Zaragoza decidirá: dar sentido y continuidad a una línea discontinua que de manera peatonal une El Pilar y su zona de influencia urbana con el Puente de Piedra, la zona de San Lázaro hasta la Estación del Norte. Es urbanismo pero también es sociología y movimientos de las personas.
Partiendo de esta idea de futuro, lenta pero lógica, cualquier actuación en el entorno de la Estación del Norte se debe realizar con sumo cuidado si es de largo recorrido en el tiempo. No es posible subastar soluciones parciales para demostrar que aquello no está muerto. Sería un grave error.
Por otra parte es vergonzoso el estado en que se encuentra toda esta extensa zona de tierra, barro, charcos, que rodea una zona tan céntrica, plaza primera de entrada a un gran Distrito. Debe ser una Plaza Céntrica, debe tener una continuidad verde que se queda ininterrumpida al llegar a esta zona por falta de coraje, y sabiendo que cualquier actuación verde puede ser reversible, algo que no es posible si nos liamos a construir a la carta según las necesidades de cada empresa que acude a sus negocios.
La idea de un gran mercado abierto (o no) es muy interesante, pero por desgracia en Zaragoza ya se han realizado intentos y estudios en diferentes zonas desde hace  décadas sin ningún éxito. Falta osadía política para decidir, sabiendo que es posible equivocarse en este aspecto. Recuerdo por ejemplo algunas ideas al respecto para el Matadero en los años 80.