Ayer nos perdímos
por el Centro de Historias observando la exposición “Zaragoza desaparecida. El
ocio en el pasado inmediato” que recomiendo como muy interesante y bien
montada. Para quien no sea de Zaragoza, es un edificio en donde se presentan exposiciones de muy variado tipo pero siepre de calidad. En estos momentos hay 4 diferentes y totalmente variadas, para que cada visitante pueda disfrutar de sus gustos.
A los
talluditos con canas nos obliga a retrotraernos en los años y soñar con los
locales de ocio que tantas veces visitamos y disfrutamos. Recordar la Zaragoza
de tantos cines abiertos, de estreno o de reestreno diseminados por todos los
barrios de entonces. Recordar las discotecas o las salas de fiestas, las
cafeterías bien diseñadas o los grandes salones de billares hoy inexistentes,
los grupos musicales que nos amenizaban los bailes o las reuniones de amigos en
parcelas o locales, es un lujo para el recuerdo. Volver a saber que existieron
grupos de teatro experimental que hoy nos parecerían súper modernos, un lujo
que se perdió.
Recomiendo
perderse por el Centro de Historias, leerse los paneles con calma, y soñar con
los tiempos que ya no volverán. Es un ejercicio sano para volvernos durante una
hora más jóvenes.
La imagen que acompaña la entrada es una de las nueve máscaras que había en la fachada del Teatro Fleta, hoy no se sabe si desaparecido, fallecido, asesinado o simplemente olvidado.
La imagen que acompaña la entrada es una de las nueve máscaras que había en la fachada del Teatro Fleta, hoy no se sabe si desaparecido, fallecido, asesinado o simplemente olvidado.