27.10.12

El Mercado Central de Zaragoza, languidece por no cambiar su sentido comercial

El centenario Mercado Central de Zaragoza, languidece y sufre especialmente los efectos de la crisis y dicen sus minoristas que también los efectos de un largo año de obras del tranvía. 

La Asociación de Detallistas del Mercado Central asegura que en este último año las ventas se han reducido un 50%, sumando tanto el número de clientes como la cantidad de venta que cada cliente adquiere. Pensar que las ventas han disminuido por las obras es equivocarse y lo que es peor, caminar en la dirección opuesta a la búsqueda de soluciones.

 Este año de obras se debería haber empleado en cambiar totalmente la imagen y el sentido del Mercado Central, dotándolo de un sentido comercial y turístico que hoy no tiene en absoluto. De ser cierto que han vendido un 50% menos, hubiera sido un periodo perfecto para acometer un cambio radical en su servicio a la ciudad.

Es cierto que la actual distribución y remodelación de los autobuses urbanos en nada beneficia al Mercado Central, al contar con un número de clientes de una edad alta y que necesitan emplear un servicio de autobuses que les deje muy cerca de sus destinos, pero el futuro del Mercado Central de Zaragoza pasa por cambiar el perfil social del tipo de clientes, buscando más a un tipo de cliente que compra productos especiales, diferentes, de más calidad, que no son fácilmente adquiridos en grandes superficies. Basta con copiar lo que se está haciendo en las grandes ciudades españolas con grandes mercados céntricos.

Hay que crecer en servicio de hostelería y restauración de pequeño tamaño, con aperturas en horario distinto y servicios más dirigidos a un turismo o a un segmento diferente a la hora de consumir. El precio que pagan los minoristas por el mantenimiento de sus puestos de venta es mínimo (por 9 metros de espacio se pagan 22 euros) y sumando alquileres de cámaras, agua, luz y basuras sigue siendo un precio realmente muy bajo si lo comparamos con el alquiler de cualquier otro negocio. Es cierto que los traspasos y concesiones fueron caros en algunos casos a la hora de hacerse con su titularidad, pero si no son capaces de cuidar su servicio y sentido verán como pierden la oportunidad de modernizar un Mercado Central que necesita una reforma integral y no solo de estructuras.