18.9.11

Labordeta se merecía una tierra y unas gentes en Aragón, mejores y con más agallas

Me da la sensación de que José Antonio Labordeta molesta incluso después de ya no estar entre nosotros. Su forma de entender Aragón jode un huevo a los melindrosos e imbéciles que creen que Aragón es tierra de vasallaje, de amén jesús y punto pelota hacia el jefe. Tocan tiempos en los que ser aragonés no está bien visto pues se está intentando que todos no seamos nada, que nos comportemos como masa amorfa y apática que agacha la cabeza y se calla.

José Antonio Labordeta ya sabía que éramos así de bobos, que en parte nos comportábamos como bueyes unidos por amarres que manejaban los dueños, que casi siempre además, estaban fuera de esta tierra aunque hubieran nacido aquí.

En este año nos hemos hecho nada que no sea joder la memoria de José Antonio Labordeta. Ya lo hicimos en su momento con Costa y lo seguiremos haciendo con quien se precie. Somos así de cabrones. Si, yo también. 

No nos merecemos ni lo que tenemos que es poco para lo que nos corresponde por el territorio e historia que gestionamos, que nos entregaron nuestros antepasados. Por ellos no hemos hecho ni guardar respeto por sus legados. Tal vez vuelvan los pueblos y las gentes que desde aquí expulsamos en su siglo, y nos enseñan en algún momento de estos, que fuimos unos mediocres imbéciles y jilipollas, que aplaudíamos a los amos simplemente por ser eso, amos y nosotros sus vasallos.