2.8.11

Se debe reordenar urbanísticamente el Distrito del Rabal de Zaragoza

Zaragoza mantiene reservas de suelo en plena ciudad consolidada comparables, en buena medida, a planes parciales en marcha como Arcosur. Solo en el Distrito del Rabal, existen suelos edificables que suman aproximadamente 68 hectáreas, entre superficie para pisos y zonas verdes. La cifra supone la quinta parte del actual Arcosur y casi un 10% del total del Distrito del Rabal, uno de los más extensos de Zaragoza y que contiene además el polígono industrial de Cogullada, una inmensa parcela industrial a poca distancia del centro de Zaragoza, que en algún momento se tendrá que plantear ordenarla urbanísticamente.

Esta bolsa de suelo disponible en el Distrito del Rabal, la más importante de la Zaragoza consolidada, no es homogénea ni se encuentra en las mismas fases de desarrollo; de hecho, fuentes municipales reconocen que casi todas las áreas de intervención están paradas, a expensas de que los promotores se decidan a llevar a cabo sus planes previstos, algo que podría demorarse debido a la crisis del ladrillo, que mantiene casi congelado el mercado inmobiliario.


La reconversión del entorno de la avenida de Cataluña, un vial en trámites de cesión al Ayuntamiento por parte de Fomento, es uno de los principales baluartes urbanísticos de esta zona de Zaragoza: allí se encuentran, por un lado, seis áreas en torno al propio vial que suman unos 176.500 metros cuadrados y unas 2.200 viviendas y, por otro, el sector 55/1, ubicado entre la citada avenida y la ribera del Gállego, una superficie de 260.500 metros cuadrados y unas 1.480 viviendas previstas, que sigue parado.

Otra gran bolsa de suelo en el Distrito del Rabal y que ocupa 16 hectáreas, se sitúa junto al Picarral, fruto del convenio con Aceralia y otras empresas. Finalmente, los solares a lo largo de la ribera del Ebro, tanto el que se encuentra junto al balcón de San Lázaro, como, sobre todo, el que ocupaban las industrias de la calle del Marqués de la Cadena, junto al puente de la Unión que une el Distrito del Rabal con Las Fuentes. En estos dos últimos casos, Zaragoza dispone de otras 100 hectáreas para nuevos usos.

Nadie se atreve a pronosticar una fecha para iniciar la urbanización del sector 55/1, el más importante de la avenida de Cataluña. Desde Urbanismo aseguran que el proyecto avanza, pero otras fuentes señalan que no hay dinero para acometerlo. Por otro lado, en el Ayuntamiento confían en que la cesión de la avenida de Cataluña vaya acompañada de la suficiente dotación económica como para transformar de forma radical el entorno inmediato de esta vía y convertirla en un eje «prioritario» de la ciudad.

En medio del debate sobre la transformación de la orla Este, que tendría en el Distrito del Rabal una de sus patas, los vecinos se preguntan por qué no avanza de forma decidida la regeneración de esta parte de Zaragoza. «El Ayuntamiento, en estos momentos, no controla cuándo se urbanizarán los terrenos, ya que eso queda en manos de los propietarios. Lo lógico sería un mayor control municipal, ya que el Plan General de Ordenación Urbana prevé suelo para 80.000 viviendas, sin necesidad de ir más allá», afirma Félix Moreno, presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza. La situación de la avenida de Cataluña, recuerda Moreno, es «insoportable». «Hay que acondicionarla ya, y exigir a su vez a los propietarios de los solares sin edificar unas mínimas condiciones de salubridad», sostiene.

Un entorno degradado es lo que cualquiera puede observar con un simple paseo por la avenida de Cataluña, sobre todo, en su tramo entre el Tercer Cinturón y el puente del río Gállego. Sus vecinos reclaman una intervención de calado en toda la zona, que llevan décadas esperando.