7.12.10

Primeras informaciones sobre modificación de líneas de autobuses urbanos en Zaragoza

A cinco meses de la puesta en marcha del tranvía en Zaragoza, el Ayuntamiento de la ciudad avanza estas semanas en la reordenación de las líneas de autobús urbano. Ya tiene en sus manos una propuesta de la empresa a la que encargó el dibujo de los nuevos trayectos, y ahora está intentando lograr el máximo consenso vecinal posible para tratar de pactar los cambios, consciente de que estos afectarán a muchos zaragozanos.

Ya ha habido un primer contacto con las asociaciones de vecinos para explicarles, muy por encima, los planes de reestructuración. Estas la han mostrado sus primeros recelos, ya que algunas líneas (como la 141 y la C3) en principio se suprimen, y las soluciones que ha ofrecido el Ayuntamiento para comunicar algunos barrios con las paradas del tranvía de momento no convencen.

Como norma general, los planes pasan por que los autobuses dejen de circular por el eje del tranvía, es decir, por Vía Ibérica, Isabel la Católica, Fernando el Católico y Vía Ibérica. Por lo tanto, las líneas 20, 30, 35, 40, 45, 53, 141 y C3 se verán modificadas. Muchas de ellas verán suprimido su trayecto entre el principio del recorrido y la plaza de Paraíso. Los usuarios de los barrios del sur tendrán que desplazarse al centro en tranvía y, allí, hacer transbordo al autobús para continuar su recorrido. Los vecinos piden que haya "una buena coordinación entre el tranvía y el autobús para evitar esperas en los transbordos", como señala Manuel Ortiz, presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta.

Valdespartera, Rosales del Canal y Montecanal, que se beneficiarán de la puesta en marcha del tranvía, piden que haya autobuses que acerquen a las paradas a los vecinos más alejados. El Ayuntamiento propuso como primera opción una lanzadera que recorriera los tres barrios. "Eso es una barbaridad, sería larguísima", dice Tomás Pellicer, de la asociación de vecinos Los Montes de Valdespartera. Solicitan lanzaderas diferentes para cada barrio: una para Rosales, que les comunique con la última parada de Valdespartera, la de Mago de Oz; otra para Montecanal, que les lleve a la parada del paseo de los Olvidados; y otra para los vecinos de Valdespartera de la zona más sur del barrio (calles del Tambor de Hojalata, La Caza...), que quedan a más de 700 metros del tranvía. Además, piden una línea que les saque del barrio por Gómez Laguna: "No podemos depender solo del tranvía", dice Pellicer.

En Casablanca, por su parte, el Ayuntamiento ha planteado a los vecinos crear una lanzadera que recorra las calles de la margen derecha del Canal (Argualas, El Greco, General Capaz, Embarcadero...) y que se meta en Vía Ibérica hasta la parada de Argualas. La asociación de vecinos la ve bien, aunque critica que "habrá que hacer varios transbordos para el mismo recorrido", según apunta Gonzalo Martínez. "Parece que vamos a estar al servicio del tranvía, y no al revés", opina.

En el barrio Universidad piden que la reordenación de los autobuses tenga en cuenta a los vecinos que viven más alejados del eje del tranvía, como los del entorno de Vía Hispanidad y de la Clínica Montpelier, una zona que cada vez tiene más tránsito de ciudadanos por el traslado de servicios al Seminario. "Aún no sabemos lo que van a hacer, pero nosotros vamos a proponer que haya un autobús de la plaza de España a la zona del Seminario", comenta Manuel Ortiz, de Cesaraugusta, que también preside la asociación de vecinos Arco Iris de Universidad. Solicita "un autobús directo al centro". "Si nos ponen una lanzadera al tranvía, tendríamos que cogerla, luego subirnos al tranvía y luego coger otro autobús más", comenta.

Los últimos vecinos afectados, los del Centro, por su parte, piden que "haya una buena coordinación entre el tranvía y las líneas de autobús", como apunta Carlos Terrer, de la asociación de vecinos Puerta del Carmen. En esta zona habrá un gran número de transbordos de usuarios que bajan del tranvía para montarse en los autobuses, por lo que piden que "se aproveche para mejorar las frecuencias, que ahora son un desastre".

Fuente Heraldo de Aragón